Nada, un sencillo párrafo, nada de poeta, solo palabras simples y directas. Una encrucijada contradictoria que probablemente todos hemos sentido.
"Odio no pensar las cosas. Odio pensar demasiado las cosas. Odio que me ayuden y sentirme debil. Odio que no me ayuden y sentirme sola. Odio que me hablen al sentirme mal. Odio que me dejen sola y me aparten sin una palabra al sentirme mal. Odio tener responsabilidades. Odio que no confíen en mi para darme responsabilidades. Lo odio todo, y odio odiarlo todo. En eso se resume demasiadas veces mi adolescencia. Y lo odio."
Todos odiamos cosas, pero son cosas que nos hacen ser como somos. En días grises como hoy odias más cosas de las que normalmente odias
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